Cuando visitas Japón por primera vez, verás algo que te acompañará durante todo tu viaje, desde el principio. Las máquinas expendedoras, vending machines… o como las llaman ellos: Jidouhanbaiki. Es el país con mayor proporción de máquinas expendedoras por habitante. Hay de varias empresas, con muchas ofertas diferentes y muchos tamaños diferentes. Te dan limonada fría y café caliente, aperitivos dulces, pizza de dudoso sabor y té, en cualquier tonalidad de color. El fotógrafo francÉs Edward Camino fue a Tokio para inmortalizar este fenómeno.
Pero además de alimentos, juguetes o cosas esenciales para la rutina, las Jidouhanbaiki son una fuente de protección a la población, ya que cuando cae la noche, en algunos barrios son la única fuente de luz. Algo a medio camino entre el tradicionalismo y la conciencia efímera, la conciencia colectiva, el servicio deshumanizado, la automatización moderna, la vigilancia y el miedo.