Phil Ferguson está triste ¿Qué tendrá Phil Ferguson?
Phil teje alimentos, luego se los pone en la cabeza y se hace selfies con ellos. Parece que cada uno de ellos le despierta un estado de ánimo. El croissant, por ejemplo, tal vez por el gluten y la grasa de la manteca animal, después del pico de carbohidrato, le deja con una sensación de “me echaría una siestita”. Sin embargo, salvo un par de casos dulces, como el de la piña o el cupcake, no parece que nada lo saque de ese estado melancólico. Como si la comida que consume, por mucho que le guste, no consiga borrar esa nostalgia de cualquier tiempo pasado. ¿Añorará la comida de su madre? ¿Son las antiguas recetas de su abuela las que no le dejan disfrutar plenamente del presente?
Lo cierto es que la red ha empatizado emocionalmente con Phil y una legión de 140.000 seguidores en su cuenta de instagram, ChilyPhilly, le animan a continuar con esa búsqueda que le lleve a encontrar la piedra filosofal gastronómica que le devuelva el sentido a todo.